jueves, 2 de octubre de 2014

La Mañana Siguiente

Las paredes hablan 
solamente de silencio, 
los ecos de la noche anterior, 
las palabras mal dichas. 
Ya se abrazaron 
y juraron amarse. 
Ya pidieron disculpas
por tanto equivocarse. 
Pero las palabras
quedaron flotando 
en el espeso aire. 
Las heridas 
quedaron abiertas. 
Y, después de todo, 
amaneció nublado.