lunes, 3 de octubre de 2016

El ruido del silencio

Las cosas que no se dicen, no se callan. 

No hay nada de silencioso en esas cosas que nos guardamos labios adentro. Al contrario, son esas cosas que no decimos las que quedan pululando, se convierten en un millón de abejas ensordeciendo la mente y el corazón, golpeándose contra las paredes de lo que ahora parece un cuerpo vacío, solo habitado por el murmullo constante de sus aleteos. 

Las cosas que no se dicen se vuelven un ruido insoportable y clandestino. 

Por eso TE AMO debe ser TE AMO. 

Y por eso mismo YA NO TE AMO debe ser eso… 

y ADIÓS.